lunes, 10 de octubre de 2011

The Flash contra Gurdjieff, por Alejandro Jodorowsky


En el nº 391 de la revista "Batman" publicada por la Editorial Novaro aparece una aventura de Flash titulada "Mi vida depende de ustedes". Este comic es el argumento literario más importante de los últimos meses. Su argumento es el siguiente: Junto a los muelles una niña juega con su muñeca que se le cae de las manos y es arrastrada por la corriente marina. La niña llora, más aparece Flash y haciendo uso de su supervelocidad camina sobre las aguas sin hundirse hasta rescatar a la muñeca.
La niña le dice: "Siempre te estaré agradecida y no te olvidaré jamás".
Mientras tanto un extraño señor ha concevido un invento para dar fin a Flash. Es una máquina que mediante sus radiaciones borra de la mente de los ciudadanos el recuerdo del superhéroe. Este visita al jefe de la policía, su amigo, quien así lo recibe:
"Quítese ese disfraz y salga de aquí antes que lo mande arrestar! ¡Fuera!"
Flash acude con su novia, con antiguos conocidos, se pasea por las calles en busca de sus admiradores:
NADIE LE RECONOCE.Y lo que es peor, su cuerpo se vuelve transparente y su contorno se esfuma; siente que su peso disminuye. El extraño señor lo captura, soplándolo como si fuese una pompa de jabón. Le explica lo siguiente:
"Inventé un gran aparato con el cual esparcí una radiación que ya ha borrado tu recuerdo de la mente de todos... La confianza en uno mismo se basa en la opinión de los demás... ¡Por eso tu personalidad se ha ido perdiendo! Tu contacto con la realidad se debilita. Algo ha impedido que desaparezcas por completo: ¡El hecho de que yo todavía creo en tí, Flash! ¡Sólo eso mantiene lo que queda de tí! Pero haré que la radiación tenga efecto sobre mí y cuando suceda eso, empezarás a desvanecerte por completo, ya que nadie en esta ciudad va a creer en tí"
El señor borra el recuerdo de Flash de su mente y éste se esfuma más, aunque no desaparece por completo. Recuerda que se le ha dicho que mientras alguien crea en él, no desaparecerá... Como aún no desaparece del todo, deduce que hay alguien en la ciudad que todavía piensa en él. Llega a la conclusión que es la niña de la muñeca.
Va a buscarla. Ella aún está en los muelles. Al acercarse a ella Flash se solidifica y vuelve a ser como antes. Pero al alejarse se debilita de nuevo. Depende enteramente de la presencia de la niña. La toma como ayudante y gracias a la super-velocidad que adquiere junto a ella, escribe miles y miles de cartas explicando lo que le pasa. Estas cartas las distribuye entre los ciudadanos. Aquellos a leerlas se convencen y deciden creer nuevamente en el héroe. Este vuelve a ser el mismo de antes y captura al extraño señor que es un ladrón internacional.



"Este comic apareció en Estados Unidos el mes de agosto de 1

966 en la revista "The Flash" número 163, dibujado por el genial Carmine Infantino con argumento de Broome. Esta parábola -no podemos dejar de considerarla así- nos plantea un problema: ¿Infantino y Broome son conscientes de que el extraño señor es Gurdjieff? El parecido es asombroso: la misma calva, los mismos rasgos y bigote
s. El contenido de la parábola muy bien podría pertenecer a la filosofía de este enigmático ser.
¿Qué significa Flash?
Es un hombre que posee supervelocidad. Cuando la adquiere puede
dar la vuelta al mundo en menos de un segundo, puede atravesar muros, estar en dos partes a la vez, etc. Es, en síntesis, el rey de la superficialidad, siempre corriendo de un lado para otr
o, nunca estando "EN LA COSA".
La velodidad le impide anclarse en la realidad.
Los objetos se le vuelven inconsistentes y la comunicación humana imposible.
Al atravesar los objetos todo se le vuelve superficie.
La gente lo admira por "SUS HAZAÑAS". Es el perfecto ejemplar de aquellos a quienes Gurdjieff califica así: "SON TAN PEREZOSOS PARA AYUDARSE A SI MISMOS QUE QUIEREN AYUDAR A LOS OTROS"
"El maestro, para que el personaje tome consciencia de su vacío interior, le prueba que su existencia por ser tan "de la piel hacia afuera" depende de los demás. Si los demás dejan de fijarse en él, él no existe, por la razón de que todos sus valores están basados en el juicio de los demás. Flash vive no para sí sino para los otros.
ES EN QUIEN LO MIRA.
Al dejar de ser visto y admirado, el yo artificial en el que se ha escudado, desaparece. Al quedar desnudo, dependiendo de sus propios valores se da cuenta de que no es nada.
Gurdjieff decía que el hombre nace sin alma y que gracias a enormes y sistemáticos esfuerzos debe creársela. Flash nunca trabajó para crearse a sí mismo. En el momento de la crisis, en lugar de detenerse a cavilar, autocriticarse y dedicarse a una construcción interior, prefiere ir en busca de la niña a quien antes había impresionado con el clásico milagro de andar sobre las aguas.
Sabemos que los budistas Zen rechazan el milagro. En el libro "Woumen-Kouan" se cuenta la siguiente parábola:
Houang po, educador de Lin-tsi, una de las más prósperas entre las escuelas Zen del actual Japón, caminaba por las montañas cuando encontró a un monje. Marcharon juntos. Al encontrarse con un torrente que interrumpía el sendero, el monje desconocido se arremangó el hábito y atravesó las olas caminando, sin hundirse. Volviéndose le gritó a Huang po: "Atraviesa". Este le increpó: "Ah, si yo hubiera sabido que usted era un monstruo, le habría cortado las piernas". El monje, lleno de admiración le contestó: "Usted es un verdadero religioso" y desapareció.
En esta parábola se ve que el Zen desprecia el milagro: le parece un elemento superficial usado por los demonios para impresionar incautos. Es lo que hace Flash. Busca a la niña para establecer una nauseabunda relación de interdependencia y recupera, por fin, lo que según él había perdido: su antiguo yo artificial.
Queda como moraleja la dificultad que tienen los maestros para enseñar. El discípulo lucha con todas sus fuerzas para recuperar las muletas que le quitan. El maestro le dice: "¡GANAS PERDIENDO!", y el discípulo se angustia al enfrentarse al vacío y cree recuperar confianza en él, destruyendo la imagen del maestro ("Ladrón").
Recomiendo este número de Flash como un acontecimiento literario digno de ser colocado al lado de obras como "El Dominico Blanco" de Gustav Meyrink o "El Monte Análogo" de René Daumal."

Alejandro Jodorwsky. Artículo publicado en "Nueva Dimensión" nº 4 (1968)

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