Iba con mi familia, no recuerdo exactamente quiénes.
Luego entramos a un súper mercado, el cual estaba inundado como 3 metros (Los estantes flotaban, y algunos pasillos tenían plataformas de cemento.), y la gente andaba en skies, jalados por mini lanchas, otros nadaban en trajes de neopreno.
Yo por supuesto podía caminar sobre el agua, e iba viendo los estantes. Entonces me di cuenta que yo traía la botella...La policía nos buscaba, y yo alcanzaba a esconderme tras estantes que exhibían postales canadienses.
Luego decidí sumergirme...Cuando emergí en un pasillo, me encontré con una chica de cabello castaño muy bonita, con el traje de neopreno semiabierto, y metiéndose las manos en las piernas llorando.
-Se me metieron las anguilas- Dijo toda nerviosa - ¡Ayúdame!

Decidí ayudarle y metí mi brazo en el traje. Comencé a sacarlas, una por una, y de vez en cuando pasaba rosando su vagina. De pronto ya no tenía miedo y me veía con lascivia.
Luego un buen samaritano vino a querer ayudarme a urgar en sus pantalones. Bastó con que lo viera amenazadoramente para que él retrocediera.
Entonces desperté. Sí.
Ya debo dejar de comer mariscos crudos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario