miércoles, 14 de abril de 2010

Tardes de invierno en primavera.

Te extraño tanto como el desierto a las lluvias, tanto como el sol al anochecer, que no ha visto hace millones de años.
Ma chère mademoiselle, it is with deepest pride and greatest pleasue, that I write this words to you, this spring night, after a very pleasent evening.
Cuéntame de tus vidas anteriores, cuéntame de tus caprichos y altruismos. Dime cuántas veces has visto el amanecer en un pantano para ver una flor de loto esparcir su luz por el mundo, hasta el más intimo rincón.
Vamos sólo por hoy de viaje a este mundo tan fantástico que he conocido la noche de ayer...Que grita, se estremece, sólo de pensar en ti.
Qué malditamente necio me resulta el invierno, que apesar de las lluvias, se encapricha con permanecer noche y día en mi departamento, recordándome que lejos muy lejos, y a la vez tan cerca, se encuentra aquella musa, que me llena de inspiración día a día, con el simple rosar de sus caricias, que me llegan por el viento.
El sabor de las uvas fermentadas, más amargas que dulces, me abofetean, a cada instante recordándome tus besos y de tus aires de actriz hollywoodense.
Yo sólo espero, con paciencia, que termine ésta fría noche, lo más pronto posible, quien, por cierto, me ha platicado que piensa establecerce toda la temporada.

No hay comentarios: