domingo, 3 de octubre de 2010

La obra maestra

Llevo acostado ya varias horas. Son las 5:34 AM no hay mucho que pueda hacer. ¿Y sabes cuál es la peor parte de la situación? Estoy el mismo cuarto que mis padres. No dejan de verme, y no puedo evitar voltear a otra parte e intentar no gritar. Sus ojos están concentrados en mí, y tienen la boca abierta. Hay un fuerte olor a sangre y estoy paralizado del miedo.

Así está la cosa: En el segundo que deje de pretender que estoy durmiendo, estoy completamente jodido. Moriré y no hay nadie cerca para salvarme. He estado intentando pensar una forma de salir de ésta, pero lo único que se me ocurre es salir corriendo hacia la puerta de enfrente y gritar por ayuda, esperando que los vecinos me oigan. Es riesgoso, pero si me quedo aquí, seguro moriré. Está esperando a que me despierte, para ver su obra maestra.

Probablemente te estés preguntando qué sucede. A veces me adelanto, lo siento.

Hace tres horas, escuché gritos desde el otro lado de la casa. Me paré y fui a ver qué era el sonido, pero me di cuenta que tenía que usar el baño. En lugar de hacer la cosa inteligente e investigar. Fui al baño primero. Puede haberme matado por mis estupidas acciones. Pero pues fui a orinar y me asomé fuera del baño. Había sangre en la alfombra. Me preocupé y corrí de vuelta a mi cuarto, escondiéndome bajo las sábanas como el marica que soy. Intenté convencerme de volver a dormir, que sólo había sido un sueño muy vivido o algo así.

Pero escuché la puerta de mi cuarto abriéndose. Como niño asustado, me asomé de debajo de las cobijas para ver qué estaba ocuriendo. Pude ver a algo arrastrando a mis padres muertos dentro del cuarto. No era humano, eso puedo asegurárselos. No tenía pelo, no tenía ojos, y no tenía ropa. Caminaba como un cavernícola, con su espada encorbada mientras arrastraba a mis padres. Pero esta cosa era mucho más inteligente que un cavernícola. Estaba conciente de lo que estaba haciendo.

Puso a mi papá sobre el borde de mi cama, e hizo que quedara viendo hacia mi. Luego sentó a mi madre en la silla y la posicionó hacia mí también. Luego empezó a frotar sus manos contra las paredes, manchándolas de sangre y dibujando un círculo con un pentagrama dentro. Ésta cosa había hecho lo que probablemente él llamaría su obra maestra. Para terminarla, escribió un mensaje en la pared que no podía leer en la oscuridad.

Luego se puso bajo mi cama, esperando para atacar.

La cosa más horribe es que ahora, que mis ojos se han ajustado a la oscuridad, puedo leer el mensaje en la pared. No lo quiero ver por que es escalofriante el pensar en qué pudo haber puesto. Pero siento la necesidad de verlo antes de que me mate.

Abro temeroso los ojos para ver la obra maestra de la criatura.

"Ya sé que estás despierto"

2 comentarios:

Adalid dijo...

muy bueno muy bueno.. ayer en la noche volvió a mi cabeza la anécdota y tengo que admitir que es terrorífica.

Anónimo dijo...

Anécdota?